¿Borrachina?, ¿Marchosa? ¿Enamoradiza?
Bien. Tal vez seas la monja perfecta.
¿Conoces bien el mundo y la vida? Pues mejor podrás ayudar a los hombres y mujeres de este mundo.
Y no serás la primera: Santa María Magdalena, sin ir más lejos, también fue una cachonda como tú.
Piénsalo. Piensa en ser religiosa. Más que valor, hace falta mucho amor. (P.C.)