Se murió un ingeniero y se presentó ante las puertas del Cielo. Ya se sabe que los ingenieros por su honestidad siempre van al cielo.
San Pedro buscó en su archivo, pero últimamente andaba un poco desorganizado y no lo encontró en la maraña de papeles, así que le dijo: "Lo lamento, no estás en listas...".
De modo que el ingeniero se fue a la puerta del infierno y le dieron albergue y alojamiento inmediatamente.
Poco tiempo después el ingeniero se cansó de padecer las miserias del infierno, y se puso a diseñar y mejorarlo.
Pronto ocurrió que tenían ISO 9000, sistema de control digital de cenizas, aire acondicionado, inodoros con drenaje, escaleras eléctricas, equipos electrónicos, redes de telecomunicaciones, programas de mantenimiento predictivo, sistemas de control visual, sistemas de detección de incendios, termostatos digitales, etc, etc, etc. Así que el "Inge" se hizo de una buena reputación.
Un día Dios le habló al Diablo por teléfono y suspicazmente le preguntó:
- "¡Qué! ¿Qué tal por el infierno?"
- "¡Divinamente!"- le respondió -"Y no sé cuál será la próxima sorpresa del ingeniero!".
- "¿Qué?, ¿QUÉ?. ¿Tenéis un ingeniero? Hay un error, no tenía que haber ningún ingeniero en el infierno. Los ingenieros siempre van al cielo, eso está escrito y resuelto ya. ¡Me lo mandas inmediatamente!".
- "¡Ni loco!. Ya me gusta eso de tener un ingeniero en la organización... y me lo voy a quedar eternamente".
- "Mándamelo inmediatamente o... ¡TE DEMANDO!...".
Y el Diablo, muerto de risa, le preguntó a Dios:
- "¿Ah Sí?...Sólo por curiosidad... ¿DE DÓNDE VAS A SACAR UN ABOGADO?".